Quizá uno de los más tranquilitos de la banda de Peter Hammill, muy apropiado para esta fábrica nuestra.
Van der Graff Generator (con dos efes) era unos de los nombres que tenía Chris Judge Smith en una lista para denominar al nuevo grupo que pensaba crear. El generador de Van der Graff podía hacer esto:
LOOK FOR: VIDA, VIDAR, VIDAV1-3
y quizá estaba de moda por ese 1967 porque su inventor acababa de fallecer. Chris Judge Smith conoció a Peter Hammill en la Universidad de Manchester y quedó impresionado por las composiciones que éste ya tenía en esa época. Junto al teclista Nick Pearne forman Van der Graaf Generator en 1967. Tras algunos cambios en los inicios, la banda se estabiliza como cuarteto -Hammill, Hugh Banton, Guy Evans, David Jackson- a partir de H To He, Who Am The Only One (1970), (aunque en el trabajo previo la única diferencia había sido la presencia de Nic Potter en el bajo y guitarra eléctrica). Tras su, quizá, obra cumbre, Pawn Hearts al año siguiente, el grupo se disuelve de manera amistosa para dar paso a una serie de trabajos en solitario de Hammill. En 1975, Peter Hammill siente añoranza de Van der Graaf y toca arrebato, apareciendo el primer disco tras la reunificación: Godbluff. Este Still Life que hoy traemos, es el siguiente LP tras la reunificación.
VERSIÓN ORIGINAL (1976)
Cara 1
"Pilgrims" (Hammill, David Jackson) – 7:12
"Still Life" (Hammill) – 7:24
"La Rossa" (Hammill) – 9:52
Cara 2
"My Room (Waiting for Wonderland)" (Hammill) – 8:02
"Childlike Faith in Childhood's End" (Hammill) – 12:24
Remaster 2005
1. "Pilgrims" – 7:12
2. "Still Life" – 7:24
3. "La Rossa" – 9:52
4. "My Room (Waiting for Wonderland)" – 8:02
5. "Childlike Faith in Childhood's End" – 12:24
Bonus
6. "Gog" – 10:29
(grabado en directo en el Theatre Gwynedd, Bangor, Gales el 10 May 1975)
Peter Hammill – voz, guitarra, piano
David Jackson – saxofón, flauta
Hugh Banton – teclados, bajo, mellotron, piano
Guy Evans – batería, percusión
Dirección, mezclas - Pat Moran
A continuación, un muy acertado análisis del álbum de Nicolas Pichersky, de la revista Ñ. Clarín:
Still life , una de las obras maestras del grupo, cumple en estos días 40 años.
Descarga eléctrica, arboleda, rayo, la tapa conduce toda la tensión de un disco de cinco canciones, agresivo y pleno de una belleza resplandeciente y equilibrada que nunca satura. Desde el comienzo con “Pilgrims” hasta el final con “Childlike Faith in Childhood’s End” (Hammill, lector de ciencia ficción, cita aquí el clásico de Arthur E. Clarke El fin de la infancia ) hay un camino y un todo coherentes. De formación jesuita –en su infancia fue parte de un coro de esa orden en su Londres natal–, Hammill está interesado en una hermandad que ilumine el oscurantismo existencial de sus días. La enajenación es evidente desde el primer párrafo de la primera canción: “A veces te sentís tan lejano, distanciado de la acción y el juego”. La voz de Hammill es un torniquete de tonalidades camaleónicas: vibra del barítono al sollozo o relampaguea de la carcajada obscena al grito más primario. Se eleva caliente y grave cuando dice “ I rise ” o frasea ambigua y amanerada cuando habla de una relación humana, “ any relation ”.
La canción que da título al disco, vocifera la neurosis de la vida cotidiana a través de una aliteración de gerundios, (“ breathing, eating, defecating, screwing, drinking, sinking ”). Pero su propósito es menos retórico que el orwelliano Animals , de Pink Floyd, que saldría un año después con su descripción –esencialmente en “Dogs”– de la burguesía. Más modesto pero más cínico, Hammill elucubra sobre la “naturaleza muerta” que significa el compromiso con la pareja, sentencia el anillo de “falsa liberación”. Entre la resignación y la ironía, con su pronunciado acento británico, canta al final, ya rendido: “Suya para siempre… como en una naturaleza muerta”.
En el libro Los trabajos y los días de Peter Hammill , de Marcelo Gobello –acaso de lo poco que pueda conseguirse en castellano sobre el grupo y su líder–, el entrevistado recuenta dos influencias reveladoras de su estilo vocal: el ataque de John Coltrane en el saxo y de Hendrix en la guitarra. Si hay un elemento que separa a VDGG de la crítica a los gigantismos del progresivo/sinfónico, de cierto escarnio kitsch a una época de tapas con paisajes exóticos, es la gracia y festividad del grupo, su swing : no como estilo, sino en su esencia de la improvisación y la diversión que entregan, incluso en sus temas más sombríos.
“La Rossa” es ejemplar de la calidad de sus músicos y la performance en conjunto. David Jackson, que tocaba un saxo eléctrico, gracias a un dispositivo que él mismo desarrolló, o dos a la vez (como su admirado Roland Kirk), pasa de la flauta al tenor, en una canción donde la percusión del baterista Guy Evans es la protagonista. Los teclados de Hugh Banton terminan de reconciliar una música secular, celestial y desenfrenada al mismo tiempo. Y la voz de Hammill… aullada, doliente y sardónica. Viva. La tangueril “My room (waiting for wonderland)” con su ambiente melancólico, nocturno –no a su barrio, sino a la habitación de la infancia del enunciador– sorprende cuando al final confiesa –como en el hoy ya conocido eslogan spinettiano de que no todo tiempo por pasado fue mejor– estar esperando “que se destruyan todos los sueños, esperanzas y promesas” de su infancia.
Los retratos movidos de los músicos en la contratapa reflejan una belleza futurista en la carretera perdida del presente. Como en un film de David Lynch o un cuadro de Bacon hay en Still life velocidad cinética y alienación. Y lo que perpetúa en este disco es el oxígeno sónico embotellado que lo habita, resplandeciente y opaco al mismo tiempo. Una puesta en escena que, al oírse, puede verse.
Como cierta vanguardia –la de John Lydon de Sex Pistols (declarado fan de Hammill), Syd Barrett, Joy Division, Sumo (Luca fue también un seguidor de VDGG), Los Redondos (estos dos últimos, al igual que VDGG, grupos de rock con saxos de sonido a “mugre” y protagonismo)– VDGG está construido del material con el que el viejo y moderno under tramaba la música. Y Still life sigue sonando urbano, noctámbulo y contemporáneo.
VERSIONES:
- CD 1976, mp3 320 Kbps (VIDA)
- CD remaster 2005, mp3 320 Kbps (VIDAR)
- Vinilo 1976, FLAC (VIDAF)
2 comentarios:
pass: katetoskopio/vandergraafgenerator
Thank you
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