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viernes, 12 de junio de 2009

Pink Floyd - The Final Cut (1983 UK)



The Pink Floyd
1983 The Final Cut

Edicion Española
Title: The Final Cut
Record Company: Harvest Records
Catalog Number: 10C 072-065042
Description: Gatefold cover.
Cover: Black with military stripes.
Label: Picture label. Promo copies have promo text on the label.

ENVIADO POR COSCOLIN

Comentario Coscolin:

Cuatro año después de la publicación The Wall se lanza The Final Cut que contiene temáticas muy similares a su antecesor. Se trata de un proyecto totalmente producido y dirigido por Roger Waters.

La música también es similar a la de The Wall aunque mucho más delirante. En muchas piezas Waters prefiere las orquestaciones de Michael Kamen (compositor estadounidense de bandas sonoras) que el acompañamiento de los otros miembros de Pink Floyd, que en este caso eran David Gilmour y Nick Mason, ya que Wright se había separado temporalmente de la banda.

Es un disco muy profundo y sobre todo destacan sus letras que tratan sobre la guerra y contienen duras críticas hacia el gobierno del Reino Unido. Nuevamente sale a la luz la locura interna de Waters causada por la muerte de su padre. El tema The Fletcher Memorial Home es una clara opinión de repudio a Thatcher por la injusta guerra a las Malvinas. A lo largo del disco se hace referencia a McCarthy, Margaret Thatcher, Ronald Reagan, Leopoldo Galtieri y Nixon.



01. The Post War Dream
02. Your Possible Pasts
03. One Of The Few
04. The Hero's Return
05. The Gunner's Dream
06. Paranoid Eyes
07. Get Your Filthy Hands Off My Desert
08. The Fletcher Memorial Home
09. Southhampton Dock
10. The Final Cut
11. Not Now John
12. Two Suns In The Sunset

Comentario Yerma:
Disco que a priori acaba con el grupo y en el que Waters hace y deshace todo. Tiene buenos momentos aunque desde luego a mi es el que menos me gusta. Cuando sale la guitarra de Gilmour es cuando noto vibraciones y se eleva algo.

Es un disco muy difícil de ripear del vinilo por los continuos altos y bajos. Y se el esfuerzo que hizo mi amigo Coscolin para dejarlo como lo oiréis.
Desde aquí te doy las gracias.

Yo se que después de este pensáis que esta caja se acaba. Pues estáis equivocados ya que todavía quedan discos oficiales y aunque no este Waters, creo que ya un poco ido; para mi queda ese intento de recuperar la esencia del grupo, y creo que se consigue sobre todo en el ultimo , que es magnífico (para mi claro), que estará aqui en un esfuerzo de conseguirlo en vinilo, que era prácticamente imposible.

Ademas de unas sorpresitas que os vamos a dar con discos raros.

A disfrutarlo y revisitarlo ya veréis como os gusta mas después de oírlo otra vez, como a mi me ha ocurrido.

Ahora os dejo un buen comentario-->


Comentario Sacado de:

http://www.themetalcircus.com/review.php?id=1195
Para mucha gente Pink Floyd es el sueño de un genio loco que acabó sus días encerrado en un hospital viendo televisión. Este genio, de nombre Syd Barret, fundó el grupo en los años sesenta, en plena efervescencia de la psicodelia británica. Cuando abandonó el grupo por obvias razones de salud, Roger Waters, bajista y cantante, tomó las riendas y transformó el sueño de un gnomo desequilibrado e hipersensible en una de las mayores maquinarias de hacer rock ( y dinero) de los años setenta.
Pink Floyd se alimentaron de la moda sinfónica que encumbró a los ahora olvidados y/o reconvertidos Génesis, Emerson Lake and Palmer y ( en menor medida) Yes. Sin llegar a las cotas de creatividad y experimentación de King Crimson, Pink Floyd dejaron transcurrir la década de los setenta grabando impresionantes trabajos que les dieron una merecida fama, aunque sus admiradores de la época de Syd Barret los odiaban por haber subvertido ( según ellos) la intención original del genio psicodélico. Al margen de estas consideraciones, nadie niega la inmensa influencia el cuarteto en la música de aquella década. Discos como Atom Heart Mother, Animals o Wish You Were Here, marcaron una época que a los amantes del punk rock y el rollo garajero puede parecerles una pesadilla pero que para mucha otra gente, entre la que me incluyo, supone uno de los hallazgos sonoros más increíbles de aquellos años. Muchos chavales nos iniciamos a finales de los setenta en sesudas conversaciones sobre música escuchando los viejos y crepitantes vinilos de aquel grupo que hoy ha trascendido la historia de la música para convertirse en leyenda viviente.
La culminación de la creatividad de Pink Floyd llega con The Wall, El Muro, una de las óperas rock más conseguidas de la historia y también uno de los discos que más ha marcado a quien escribe estas líneas. Pero no estamos aquí para hablar del famoso Muro, sino para comentar un disco que cogió el relevo y de cuya existencia mucha gente, incluso conocedores de Pink Floyd, están desinformados.
Cuando se filmó la película “The Wall”, a cargo del director Alan Parker, Pink Floyd publicaron un tema para la banda sonora que había permanecido hasta entonces inédito. SE trata de “When the Tigers Broke Free” y fue lanzado como single con la leyenda "from the forthcoming álbum The Final Cut". En la cara b se incluía una versión regrabada del tema “Bring The Boys Back Home”, que, este sí, iba incluido en “The Wall”. En la nueva versión intervendría a las orquestaciones el conocido Michael Kamen.
El tema “When The Tigers Broke Free” debía ir por tanto en el nuevo disco. Pero, por razones que nunca han quedado del todo claras, Roger Waters se sintió cansado del proyecto y se replanteó totalmente la cuestión. El grupo tenía sobrantes de “The Wall” y, según se dice, con un trabajo de reelaboración a cargo exclusivamente de Roger Waters, dieron forma a varios temas nuevos, los que componen “The Final Cut”.
En “The Final Cut” la inspiración corresponde totalmente a Waters. Después de las tensiones que se habían generado en la gira ( corta gira ) de “The Wall”, el guitarrista Dave Gilmour apenas si se hablaba con Roger Waters. De hecho , se puede decir que Dave Gilmour toca en “The Final Cut” como un músico de sesión. Ello no obsta para que se luzca en piezas como la descacharrante “Not Now John”, donde arrasa con el mástil todo lo que se le pone por delante en una demostración de fuerza rockera que muchos músicos de metal quisieran para sí.
Por si la recortada presencia de Gilmour fuera poco, el teclista Rick Wright había salido del grupo escopeteado, y se optó por sustituirlo por dos músicos, estos sí, de estudio. Si a ello añadimos que el único miembro restante de la formación es el batería Nick Mason, no es difícil deducir que “The Final Cut” representa en realidad un proyecto en solitario de Roger Waters disfrazado con el nombre de la banda. De hecho , y según parece, Waters había hablado en la gira de “The Wall” con el resto de sus compañeros para grabar un álbum en solitario para el que ya estaba escribiendo canciones. El disco, que luego se transformaría en “The Final Cut”, estaría dedicada a la memoria del padre de Roger Waters, que había muerto en la segunda guerra mundial en la batalla del puente de Anzio, durante el desembarco de las tropas americanas en Italia, en 1943.
El tema de la muerte del padre de Waters era algo recurrente en su creatividad musical, ya lo había utilizado de sobra en “The Wall” y el resto de sus compañeros expresaron su malestar por su utilización. "No puedo entender como alguien puede querer oir algo más acerca de Waters y su padre muerto, una y otra vez” dijo Dave Gilmour. El mismo guitarra hizo declaraciones tiempo después en el siguiente sentido: “Salí de los créditos de producción porque mis ideas no eran del modo en que Roger las veía. Personalmente, no es como veo un álbum de Pink Floyd”.
Roger Waters declaró al respecto: “Peleábamos como perros y gatos. Finalmente aceptábamos que no había un grupo, no desde que hicimos Wish You Were Here en 1975. Aún en aquel entonces, hubo grandes desacuerdos acerca del contenido y de cómo construir el álbum. Tuve que hacerlo con una sola mano, ayudado por Michael Kamen, mi co-productor. Esta fue una de las pocas cosas en las que estuvimos de acuerdo los chicos y yo".
El ambiente, pues, estaba enrarecido, aunque ello no obstó para que “The Final Cut” se convirtiera finalmente en una obra maestra llena de pasajes de extraña belleza, canciones evocadoras que sumergen al oyente en una atmósfera onírica donde los sueños pueden jugar malas pasadas.
Así como “The Wall” había insistido en el sinsentido de la segunda guerra mundial, “The Final Cut” se cebó sobre la política militarista de Margaret Thatcher y su intervención en las Malvinas. El disco salió a la calle en medio de una fuerte polémica, pues muchos medios cuestionaron la postura antibelicista de Waters. “A requien por the post war Dream” era la coletilla que se añadía en el disco, mediante la cual, y siempre según Waters, se exponía la falta de coherencia de una generación que había luchado contra los alemanes para luego embarcarse de nuevo en otra guerra, esta vez con Argentina.
A pesar de la polémica, o quizá debido a ella, el disco tuvo cierta repercusión mediática. No la que era de esperar de un grupo como Pink Floyd, pues el disco apenas vendió tres millones de copias, lo que da una idea de la falta de acogida del trabajo en comparación con álbumes tan vendidos como “Wish You Were Here “ o el multiventas “The Dark side of The Moon”. A pesar de todo el disco llegó al número uno en las listas británicas y al seis en las americanas.
El disco es , desde luego, un epílogo a “The Wall”. La atmósfera de caos desquiciado de éste se ve sustituida por un ambiente de ensueño donde lo real, lo imaginario, los recuerdos y los deseos se unen en uno de los grandes discos olvidados de la época.
Según Roger Waters:
"The Final Cut dice algo acerca de un sentimiento que tengo de haber traicionado a mi padre, pues no hemos tratado mucho de mejorar las cosas".
“The Final Cut” marca el fin de la época Waters en Pink Floyd . Después del disco del que hasta donde alcanzan mis conocimientos no se llegó a efectuar ningún concierto, los restantes miembros de Pink Floyd, es decir, Gilmour y el batería Mason, iniciaron una serie de acciones legales que se prolongaron durante años y que culminaron con la decisión de un tribunal de conceder los derechos del nombre de Pink Floyd a estos últimos. Roger Waters perdería esos derechos, aunque nunca, por supuesto, la posibilidad de tocar SUS temas en directo. El culebrón sigue coleteando hoy día, mientras Pink Floyd se han convertido, más que nunca, en un inmenso espectáculo circense , una máquina de hacer dólares que funciona mejor que nunca gracias a la afluencia de varias generaciones de rockeros que se han ido pasando el testigo de un grupo que , le pese a quien le pese, ya ha escrito historia.
Ignacio Rielas


Añadimos al vinilo (en FLAC), la discovery edition de 2011 a 320 Kbps

LOOK FOR: CORTEFINAL y CORTEFINALV1-4

6 comentarios:

Nasty dijo...

Cómo me gustó este Lp!
Quedaba de p.m. colgao en la pared.
El más bonito disco de los Floyd, al menos el más decorativo en mi casa.
Gracias, Coscolin por el ripeo.
Prometo escucharlo

Napi and Lisa Murphy dijo...

Oído el disco, reconozco la labor del ripper: suena cojonudo, gradçcias de nuevo Coscolin.
Pero en cuanto al fondo de la cuestión, ninguno de los temas me dice nada.
Definitivamente no me engancha el Corte Final
¡Vaya corte de disco!

vikingo dijo...

Uyyyyy, qué pocos comentarios y que negativos hacia este disco!!!

Qué manía con que es malo. La verdad es que no es para tirar cohetes, pero la cuestión para mí es otra.

Yo este disco ya no lo veo como un disco de Pink Floyd, lo veo como un disco de Roger Waters, no sé si el primero de Waters. Y mirándolo así, pues no me parece un mal disco. Me centro en el autor y encuentro algunas bonitas melodías, una forma de cantar entre melodiosa y atormentada, casi desquiciada, pero esto no es malo, es una forma de interpretar lo que sentía. Algunos pasajes me recuerdan a los Bee Gees más líricos y los hay entre preciosistas, siempre tristes, porque la tristeza a veces puede ser bonita y otras veces, eso sí aburrida. También encontramos algo de Pink Floyd, sobre todo cuando toca David Gilmour su guitarra.

Incluso en "Not Now John", se puede oir un coro gospel. En "The Final Cut" acordes de teclados propios de "The Wall".

Conclusión: Este disco no es de Pink Floyd, es de uno de sus componentes que quería comenzar una carrera en solitario, no es ni bueno ni malo. Así lo veo. Así lo escucho y a veces hasta lo disfruto.

Saludos

yermass dijo...

Vikin te doy toda la razón. Has acertado plenamente. A mi tampoco me disgusta, y no lo comparo con los otrs de PF, porque no es de PF.

el.largo.esquembre dijo...

A mi me parece un disco poco sorprendente, las melodias no enganchan como en disco anteriores, es un disco para tener pero no me parece realmente bueno.

En fin el sonido si que es bueno y yo no lo tengo en vinilo así que a guardarlo con los otros.

Saludetes.

katetoscopio dijo...

Nuevo pass (refresco): katetoskopio/pinkfloyd